XL aniversario del Parque Nacional de las Brijuni

Un gran e importante aniversario

Las Islas Brijuni fueron declaradas Parque Nacional el 1.º de noviembre de 1983. Los primeros excursionistas llegaron a las islas en la primavera de 1984. La historia reciente del Parque comienza con la llegada de un gran visionario, el industrial austríaco Paul Kupelwieser en 1893. Los muchos años de protección de las islas Brijuni y del fondo marino las han convertido en un área especial y muy valiosa, extremadamente rica por su patrimonio cultural y natural, pero también maravillosa y, en parte, virgen.

En 2023 celebramos el gran e importante XL aniversario de la fundación del Parque Nacional de las Brijuni. Las Islas Brijuni fueron declaradas Parque Nacional el 1.º de noviembre de 1983. Los primeros excursionistas llegaron a las islas en la primavera de 1984. Hoy en día, las Islas Brijuni son visitadas por unos 200.000 visitantes al año.

El período anterior a la declaración del Parque Nacional de las Brijuni estuvo marcado por diferentes períodos de prosperidad y riqueza, pero también de enfermedad y pobreza. Hace 120 millones de años, los dinosaurios paseaban por las Brijuni, mientras que la población humana aparece en el Neolítico. La llegada de los primeros habitantes a la isla de Veliki Brijun marca el principio de la formación del archipiélago.

Desde la rica época romana hasta la gran pobreza y la enfermedad en la época de la expatriación de las piedras y la malaria, las Brijuni han pasado por altos y bajos.

La historia reciente del Parque empieza con la llegada de un gran visionario, el industrial austríaco Paul Kupelwieser, que compró las Brijuni en 1893. Las operaciones que emprendió Kupelwieser en las islas Brijuni son un poco increíbles: deshacerse de la malaria, limpiar el césped de desechos de piedra de la cantera, limpiar la maleza, reforestar, construir un puerto donde se podía entrar sólo con la marea alta, construir villas y hoteles de lujo, piscinas climatizadas de agua de mar, hipódromo, pistas de tenis, fundar el primer jardín zoológico...

Durante muchos años, las Brijuni fueron un famoso lugar de veraneo y una isla de diversión y deportes.

Durante la Segunda Guerra Mundial, en lugar de la élite europea llegan a las Brijuni las fuerzas navales. Después de la capitulación de Italia en 1943, el ejército alemán llega a las islas, por lo que las fuerzas aliadas bombardean Veliki Brijun y arrasan sus activos urbanos y económicos.

Desde 1949, las Brijuni funcionan como residencia del presidente Tito. Josip Broz Tito se encuentra con edificios destruidos, infraestructura dañada y bosques talados. En su época, las Brijuni se renuevan, se construyen edificios, se enriquece la flora y la fauna y se llevan a cabo investigaciones arqueológicas. De 1949 a 1983, el archipiélago estaba bajo un régimen especial de seguridad y era inaccesible para los turistas.

Los muchos años de protección de las islas Brijuni y del fondo marino las han convertido en un área especial y muy valiosa, extremadamente rica por su patrimonio cultural y natural, pero también maravillosa y, en parte, virgen.

Un paseo por la historia de las Brijuni

El sendero de Čufar y el sendero de los miradores

El mundo submarino de las Brijuni

Sendero educativo Zelenikovac

Celebración del XL aniversario

Formación de los empleados

Con motivo del XL cumpleaños del Parque Nacional de las Brijuni, los primeros en tener la oportunidad de celebrarlo serán los empleados del Parque Nacional. Dado que contribuyen día a día a la protección, conservación y promoción del Parque, ésta es la forma más correcta de iniciar la celebración, que se prolongará hasta finales de 2023. Los empleados tendrán la oportunidad de realizar la excursión y visita del Parque Nacional de las Brijuni con la guía profesional de biólogos y arqueólogos con el objetivo de presentar los valores del patrimonio natural y cultural del Parque Nacional de las Brijuni.

Concluimos la formación de los empleados con la intervención del director en funciones, Eduard Kolić, doctor en medicina veterinaria, y con un piscolabis preparado para la ocasión.